Think Like a Freak: Una Perspectiva Útil para la Práctica Legal

En el ejercicio del derecho, nos enfrentamos constantemente a problemas complejos que requieren no solo conocimiento jurídico, sino también creatividad y capacidad de análisis estratégico. Desde negociar un contrato hasta resolver un conflicto, nuestra labor consiste en encontrar soluciones efectivas allí donde la respuesta no siempre es evidente. En este contexto, un libro que me ha resultado particularmente útil es “Think Like a Freak”, de Steven D. Levitt y Stephen J. Dubner, autores de Freakonomics.

Este libro plantea una invitación a pensar de manera diferente: cuestionar supuestos, dejar de lado prejuicios y aprender a formular las preguntas correctas antes de lanzarse a buscar respuestas. Lejos de ser un manual de economía, es un compendio de lecciones prácticas sobre cómo abordar problemas complejos y difíciles desde ángulos poco convencionales.

Algunas de las enseñanzas más relevantes para nuestra práctica profesional incluyen:

1. Aprender a decir “no lo sé”. En derecho solemos sentir la presión de tener siempre una respuesta, pero admitir la incertidumbre puede abrir espacio para la investigación rigurosa, la creatividad y soluciones más sólidas. En negociación, reconocer lo que aún no sabemos puede incluso generar confianza y credibilidad.

2. Redefinir el problema antes de resolverlo. Muchas veces, la forma en que planteamos una pregunta condiciona las posibles soluciones. Al igual que en los ejemplos del libro, donde un cambio en la formulación del problema permitió encontrar estrategias más eficientes, en nuestra práctica legal este enfoque puede marcar la diferencia entre un acuerdo bloqueado y una salida innovadora

3. Analizar los incentivos reales. Una de las tesis centrales del libro es que los incentivos son el motor de la conducta humana. Como abogados, comprender qué mueve realmente a la contraparte —más allá de lo que declara en la mesa de negociación— puede ser determinante para diseñar estrategias exitosas.

4. Valorar la simplicidad frente a la complejidad innecesaria. En un entorno jurídico donde solemos lidiar con estructuras complejas, la invitación de los autores a pensar “como un niño”, sin miedo a las preguntas simples, es un recordatorio valioso: lo obvio a veces es lo más eficaz.

Estas lecciones, aplicadas a nuestra profesión, nos recuerdan que el derecho no se limita a aplicar normas, sino que exige pensamiento crítico, flexibilidad y capacidad de replantear enfoques.

En un mundo legal cada vez más competitivo y exigente, adoptar estas herramientas de pensamiento puede convertirse en una ventaja diferenciadora: mejorar nuestra asesoría, fortalecer la negociación y diseñar estrategias jurídicas más innovadoras.

“Think Like a Freak” nos enseña a reflexionar sobre cómo este cambio de mentalidad puede enriquecer nuestra vida y, por qué no, nuestra práctica profesional. En definitiva, pensar diferente no solo es una habilidad deseable, sino una necesidad para quienes buscan encontrar soluciones diferentes.

Escrito por:

Gustavo Almeida, Director